Planeta Tierra año 2022. En la atmósfera ya existe un tercio más de carbono que en cualquier otro instante de los últimos 800.000 años. Y fue hace más de 3 millones de años el momento en el que el planeta se encontró en condiciones similares de concentración de carbono. En aquel entonces no había humanos.
Pero además cabe recordar que ha sido tan sólo en los últimos 10000 años cuando hemos gozado de clima estable en el que el ser humano logró prosperar, en el que desarrollamos la agricultura, pudimos esperar cada año condiciones similares, asentarnos en un territorio fijo en vez de migrar en busca de alimentos y en el que disfrutamos de un clima predecible y un paraiso.
Ese planeta azul fácil para nuestra vida, se tornará en un planeta inhóspito si seguimos emitiendo carbono sin freno. Y en ese planeta díficil, las olas de calor, las inundaciones más frecuentes, las sequías y toda clase de eventos cliáticos extremos, convertirán regiones enteras de América, África y Estados Unidos, en lugares inhabitables. Eso significa que en este siglo XXI, si nuestra generación no logra resolver la emergencia climática, millones de seres humanos se verán convertidos en refugiados climáticos, abandonando sus lugares de origen en busca de lugares seguros, a salvo de las catastrofes naturales que el propio ser humano ha provocado.
Según ACNUR, cada año más de 20 millones de personas deben abandonar su hogar y trasladarse a otros puntos de su país, debido a los peligros que causan la creciente intensidad y frecuencia de eventos climáticos extremos (como lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, degradación ambiental, ciclones o aumento del nivel del mar).
El Pacto Mundial de los Refugiados reconoce que “el clima, la degradación ambiental y los desastres naturales interactúan cada vez más con las causas detrás de los desplazamientos de refugiados”.
Según el secretario general de Naciones Unidas, "necesitamos un recorte del 45% de las emisiones para 2030, aunque un reciente informe de la ONU muestra que las emisiones aumentarán un 16% para 2030". Esto nos condenaría al infierno de un aumento de la temperatura de al menos 2,7 grados por encima de los niveles preindustriales". Unos 216 millones de personas podrían verse obligados a desplazarse dentro de su país por motivos climáticos en el año 2050.
Por eso el momento de la acción climática es hoy. Debemos acelerar la generación de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la reducción drástica de las emisiones de carbono. La migración climática podría reducirse a solo 44 millones de personas si los países comienzan a reducir de inmediato los gases de efecto invernadero, corrigen las brechas de desarrollo, restauran sus ecosistemas y ayudan a las personas en términos de adaptación medioambiental.
